lunes, 18 de enero de 2010

Reflexiona y vencerás...

Uno de los muchos aspectos que hacen que las cosas valgan la pena es el esfuerzo y el afán de superación.
Todos nos sentimos identificados (en mayor o menor medida) en modelos y persona que abanderan una superación más allá de lo personal, un esfuerzo que solo se entiende en un razonamiento presidido por el esfuerzo y por la pasión.
Un capitán que arenga a sus tropas para alcanzar la victoria, un último esfuerzo al encarar la curva, una lágrima imprevista, un grito de júbilo, un desamor, una situación frustante...
Creo que es importante no olvidarse que todo, absolutamente todo en esta vida cuesta esfuerzo, hasta lo más mínimo, y si por alguna casual no fuese necesario esforzarse, carecería de un valor pleno.

Quizás ese puede ser uno de los problemas que pueden existir hoy en día, la concepción de las cosa desde una perspectiva pasiva, sin entrega y sufrimiento ninguno. Es el caso del amor, la concepción actual radica en un sentimentalismo exagerado, un buenrollísmo sin control, un apasionamiento desmedido y cualquier tipo se SENSACIÓN descontrolada, porque ¿acaso no es eso estar locamente enamorado?

Pues lamento decirles que no.
Eso no es amor.
Se trata de un vago atisbo de la plenitud de tal palabra, pero solo mera superficialidad y ñoñismo, lejano del abanico de belleza que encierra.

Seguiremos pensando para dar con la clave de dicho problema.

4 comentarios:

  1. En mi opinión la clave está en la soledad. No se puede pensar bien en compañía. Si no tuviéramos miedo a nuestra sombra, todo iría muchísimo mejor!!!

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  2. Gran post, quizá un día acabes dando conferencias sobre el tema.

    Ya tienes un lector más.

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  3. Estimado Ramón:

    Me he hecho seguidor de tu blog porque casualmente entré y me ha dejado fascinado.
    En tu entrada del día 18 hablas del amor (o mejor dicho, del Amor).
    Te cito un texto de Miguel de Unamuno, creo que es bastante bueno:

    " El amor, sí. ¿Amor? ¿Amor dicen? ¿Qué saben de él todos esos escritos amatorios,que no amorosos, que de él hablan y quieren excitarlo en quien los lee? ¿Qué saben de él los galeotos de las letras? ¿Amor? No amor, sino mejor cariño. Eso de amor ––decíase Ramiro ahora–– sabe a libro; sólo en el teatro y en las novelas se oye el yo te amo; en la vida de carne y sangre y hueso el entrañable ¡te quiero! y el más entrañable aún callárselo. ¿Amor? No, ni cariño siquiera, sino algo sin nombre y que no se dice por confundirse ello con la vida misma." (La Tía Tula)

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  4. Gracias Nacho...jajaja, te imaginas?no creo la verdad!!!!

    Esta noche nos la jugamos, Depor-Sevilla, a ver que pasa!!!

    Gracias por leerme!!
    Un abrazo a todos.

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